Muchos de nosotros esperamos con ansias las vacaciones, ya que es un momento en el que estaremos rodeados de seres queridos, comiendo comidas deliciosas y disfrutando de toda la calidez.
Lamentablemente, no todos son tan afortunados.
Algunos no tienen familia o personas especiales con quienes pasar las vacaciones.
Otros pasan hambre en estos días que consideramos especiales.
Carmen Méndez de Anaheim, California, fue testigo de esto cuando ella y su novio cenaban en un restaurante Raising Canes cerca del Día de Acción de Gracias.
Ahí es donde se encontró con una mujer sin hogar que rogaba a la gente por sus sobras.
Pero ver algo así no es extraño para Carmen.
“Vivo en un área que no es la mejor”, dijo a TODAY.
“Literalmente, justo afuera de mi puerta hay personas sin hogar en los parques. Así que a veces me siento con ellos y les pregunto sobre su día y si quieren ir a un refugio. Estoy más que feliz de montarlos en mi coche y llevarlos allí”.
Carmen vio a la mujer acercarse a los clientes por sus sobras cuando esperaba su comida.
“Ninguna persona dijo que sí, todos la ignoraron y la tiraron la comida. Me rompió el corazón. He sido voluntaria con personas sin hogar durante muchos años. No me repelen ni me enferman el estómago”, escribió Méndez en su página de Facebook.
“Los abrazo a todos con tanto amor. Así que le dije a Fred que si la veo antes de que terminemos de comer, le daré mi comida”.
Carmen y su novio terminaron de comer. Aunque Carmen la buscó, no pudo encontrar a la mujer sin hogar. Estaba desconsolada por el hecho de que tantas personas le negaran a esta mujer hambrienta sus sobras.
Solo le quedaban cinco papas fritas y una tira de pollo en su plato. Cuando estaba a punto de tirarlos, la mujer se acercó.
“Escuché una voz muy tranquila que me preguntaba si me quedaba algo. Me di la vuelta y era ella… Le di mi comida y la vi sentarse y comer… pero algo no se sentía bien… .Me sentí como un ser humano horrible dándole mi tira de pollo sobrante… ella se merecía mucho más…”
Carmen pensó que se merecía una comida completa.
“Cuando ordené la comida, le pedí a la empleada un gran favor para que no la echara mientras esperábamos. Ya podía ver el disgusto en los rostros de las personas mientras ella se sentaba a la mesa a comer las sobras que le había dado”. Gente, no todas las personas sin hogar huelen a rosas”, escribió Carmen.
La mujer salía del restaurante cuando Carmen la detuvo.
Ella le dijo que tenía una comida completa para ella.
“La expresión de su rostro lo decía todo. Nunca había sentido algo así… pura y verdadera gratitud. Ese abrazo que me dio fue como un abrazo que nunca había sentido. Esas lágrimas que derramó se sintieron en lo más profundo de mi corazón”. La sostuve fuerte y dejé que lo soltara”, escribió Carmen.
Carmen no tenía idea de que su novio estaba tomando una foto de ella abrazando a la mujer sin hogar.
Terminó publicando y explicando la foto en Facebook.
Esa publicación terminó volviéndose viral con más de 122.000 compartidos.
“No sentí repulsión por eso, simplemente la abracé”, dijo Méndez. “Y ese es un momento que nunca olvidaré. Así que la próxima vez que juzgues a una persona sin hogar, piénsalo dos veces. No todos están sin hogar debido a una adicción a las drogas o porque son flojos”.
Como todos estamos disfrutando de las fiestas, tal vez deberíamos recordar que es la temporada de dar. ¡Y quién mejor para dar que las personas que realmente necesitan una mano amiga!
Esta historia es un maravilloso recordatorio de cuánto puede significar para alguien un pequeño acto de bondad.
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